Las pequeñas y medianas empresas juegan un importante papel tanto en el tejido productivo de este país (aproximadamente el 99,8 % del número total de empresas españolas son pequeñas y medianas empresas -PYME-), como en la contribución a la generación de empleo, ocupando a cerca del 63% del total de trabajadores. No obstante, y en la difícil coyuntura económica que vivimos actualmente, las pequeñas y medianas empresas encuentran numerosas dificultades de acceso a las fuentes de financiación necesarias para su desarrollo y pervivencia. Esta es una de las principales causas de la disminución, en los últimos años, del número de PYMEs y de la tasa neta de creación de empresas.